Estaba aparentando, mostraba una faceta muy alegre y despreocupada por las cosas, pero en realidad estaba sufriendo, se estaba cansando por las burlas… ¿pero por qué la molestaban?
Sujeto 1: ¡Mira! ¡Ahí va la niña imán!
Sujeto 2: ¡Sí! ¡IMÁN DE COSAS RARAS!
Paula: ¿Algún problema con las cosas que pasan cerca de mí? (Ella había aprendido a usar estas burlas a su favor). Déjenme tranquila o si no llamo a los fantasmas para que les tiren cosas… ¡o tal vez los arrojen a ustedes mismos! ¡Mwajaja!
Sujeto 1: Sí, claro… ver para creer.
Sujeto 2 en voz baja: Oye, cuidado, que es verdad.
Paula: ¿Quieres ver? ¿En serio quieres ver?
Sujeto 1: Claro, no te crees tanto con tus famosos fantasmas.
Sujeto 2: No, olvídalo, yo me voy.
Sujeto 1: ¿Tienes miedo de esta mentirosa?
Paula: Mentirosa dices, bueno, si tu amigo no quiere, mejor me largo, no perderé tiempo con basura como ustedes dos.
Sujeto 1: ¿Basura nosotros? Tú eres la que está huyendo.
Paula: Creo que el que está huyendo es el pollito que estaba al lado tuyo, pero ya se fue ¡qué lastima!
Sujeto 1: ¡Oye, espera! ¡No me dejes sólo con esta cosa!
Sujeto 2 desde lejos: ¿Esperar para ver cómo nos cae algo encima? No, gracias, adiós (se fue doblando una esquina).
Paula: Veamos si eres tan machito estando solo…
Sujeto 1 acercándose a ella: Claro, claro que lo soy…
Paula: Mantén distancia, no quiero tener cerca a una pestilencia como tú…
Sujeto 1: ¿No serás tú la que tiene miedo? (la acorrala contra la pared).
Paula: Aléjate, no me toques, escoria.
Sujeto 1: Tranquila, no te voy a hacer nada que no quieras… o al menos que no te guste (comenzó a acercar su rostro al de ella).
Paula: ¡Aléjate! (Movió la cabeza y vio al otro sujeto grabando). ¡Basta! (la cámara se movió como por si sola y golpeó al muchacho que la tenía en la cabeza. Luego la cámara voló a la cabeza del que tenía a Paula sujeta, ambos cayeron inconscientes. Después la máquina filmadora se destruyó en el aire). ¡Basta, basta! Al menos sé controlar esto…
La pelinegra esperó a que los dos muchachos despertaran para amenazarlos, al menos así se aseguraría que no correrían el rumor o que la dejarían tranquila, al menos ellos dos.
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Desde pequeña, cada vez que estaba enojada o triste cosas extrañas pasaban a su alrededor, las cosas volaban, se rompían, golpeaban a la gente, la gente caía al suelo por desmayos sin sentido, entre otros.
Ella descubrió que las cosas que ocurrían las provocaba ella, cuando se dio cuenta que las cosas se movían por una especie de humo negro que se extendía desde su cuerpo, desde ese entonces comenzó a controlarlos, junto con sus emociones, se mostraba alegre, pero en realidad era muy fría, muy calculadora, muy apartada de todos; hasta que conoció a un muchacho en su último año que pasó en
Estaban abrazados sobre la cama, cuando de pronto suena el timbre, ninguno de los dos se movió y extrañamente el timbre dejó de sonar.
Sujeto 1: ¿Qué fue eso?
Paula: Seguramente se aburrieron de esperar y se fueron, despreocúpate.
Sujeto 1: Bueno... Tengo calor…
Paula: Espera, te traigo un vaso (se levantó y fue a la cocina) ¿Qué quieres? (le dijo mientras sacaba dos vasos de la estantería).
Sujeto 1: Jugo está bien, gracias (dijo y vio como se le caía un vaso a la muchacha) ¡Cuidado! (Pero no sonó el vaso al caer) ¿No se rompió?
Paula: No, descuida, es un vaso resistente (dijo ella y se agachó a recogerlo).
Sujeto 1: Te ayudo…
Paula: No, quédate allá, puedo sola.
Sujeto 1: Déjame, te ayudo (se levantó y llegó a la cocina, se sirvieron los refrescos y comieron un poco de galletas, volvieron a la cama con dos vasos de jugo. El vaso de él se resbaló y cayó al piso). ¿Qué es eso? ¿Por qué no llegó al piso? Y ese humo negro viene de…
Paula: Amor, tengo que contarte algo…
Sujeto 1: ¡Fenómeno! ¡Aléjate de mí! ¡Los demás tenían razón! ¡No debí haber apostado nada!
Paula: No me dejarás, no le dirás a nadie (el humo se intensificó hasta ser casi como una sombra).
Sujeto 1: Maldita… cómo no me di cuenta antes que eres una mutante… ¡No!… ¡Auxilio! (Gritaba el apuesto joven de cabellos castaños, tez pálida, ojos de un profundo café y de facciones bien definidas, muy similar a Johnny Depp).
Paula: Soportar las burlas en el colegio y los maltratos de tu parte ¿crees que he podido tolerar eso este año? Así que acostarte conmigo por una apuesta ¡ja! (el humo se introducía rápidamente por el cuello de su víctima, él gritaba “perdón” pero ella no escuchaba nada, las sábanas estaban llenas de sangre, pero con un espesor especial de color negro; el rostro del joven había pasado a un tono agrio, al igual que su cuello y sus manos. El timbre sonaba en el departamento. Ella no esperaba visitas, se baja de la cama y camina con culpa hacia la puerta, llevaba un vestido negro con tirantes y el rostro sombrío por el homicidio que acababa de cometer). ¿Quién eres? (Intentó poner una sonrisa falsa en su rostro, demostraba cierto nerviosismo, pero sujetaba la manilla de la puerta para poder estar un poco más firme).
Incógnito: Hola, soy Nicolás. Tú debes ser Paula Parada ¿me equivoco?
Paula: En efecto, soy yo ¿qué ocurre? (Su voz entonces denotaba cierto nerviosismo).
Nicolás: Tiene que venir conmigo… sí o sí.
Paula: ¿Me quiere decir que me obligará? (Ahora con aires de cólera).
Nicolás: No lo digo, lo hago (el sujeto desconocido saca un aparato de su bolsillo y antes de que Paula pudiera reaccionar lo utiliza y se la lleva, inconsciente).