He acá...

En trabajo conjunto de Yukai y Suguru estamos presentando una historia fantástica con personajes reales, en un contexto irreal y con habilidades que podrían no serlo.
En este blogspot se presentarán los perfiles de los personajes, acompañados de algunas imágenes, para aclarar ciertas dudas que surgen a partir de la historia principal, junto a esto se publicarán historias anexas para comprender algunos hechos.
Esperando que sean entendidas las explicaciones no tenemos más que decir, sólo un 'Lea y opine'.
Próximo perfil: Luis Vega.

jueves, 28 de febrero de 2008

Capitulo Especial: "La Vie De Nigera" (Paula Parada)

Paula fue siempre una niña muy callada y tranquila, pero por algún motivo eso la hacía blanco de todas las bromas y burlas del Colegio Básico donde estudió. Ella perdió ese silencio que la caracterizaba a medida que transcurrieron los años y dio paso a una Paula muy alegre y comunicativa en la Enseñanza Media, pero no dejaron de molestarla. No era su personalidad calmada lo que producía esas burlas, era otra cosa.
Estaba aparentando, mostraba una faceta muy alegre y despreocupada por las cosas, pero en realidad estaba sufriendo, se estaba cansando por las burlas… ¿pero por qué la molestaban?
Sujeto 1: ¡Mira! ¡Ahí va la niña imán!
Sujeto 2: ¡Sí! ¡IMÁN DE COSAS RARAS!
Paula: ¿Algún problema con las cosas que pasan cerca de mí? (Ella había aprendido a usar estas burlas a su favor). Déjenme tranquila o si no llamo a los fantasmas para que les tiren cosas… ¡o tal vez los arrojen a ustedes mismos! ¡Mwajaja!
Sujeto 1: Sí, claro… ver para creer.
Sujeto 2 en voz baja: Oye, cuidado, que es verdad.

Paula: ¿Quieres ver? ¿En serio quieres ver?
Sujeto 1: Claro, no te crees tanto con tus famosos fantasmas.
Sujeto 2: No, olvídalo, yo me voy.

Sujeto 1: ¿Tienes miedo de esta mentirosa?
Paula: Mentirosa dices, bueno, si tu amigo no quiere, mejor me largo, no perderé tiempo con basura como ustedes dos.
Sujeto 1: ¿Basura nosotros? Tú eres la que está huyendo.
Paula: Creo que el que está huyendo es el pollito que estaba al lado tuyo, pero ya se fue ¡qué lastima!
Sujeto 1: ¡Oye, espera! ¡No me dejes sólo con esta cosa!
Sujeto 2 desde lejos: ¿Esperar para ver cómo nos cae algo encima? No, gracias, adiós (se fue doblando una esquina).
Paula: Veamos si eres tan machito estando solo…
Sujeto 1 acercándose a ella: Claro, claro que lo soy…
Paula: Mantén distancia, no quiero tener cerca a una pestilencia como tú…
Sujeto 1: ¿No serás tú la que tiene miedo? (la acorrala contra la pared).
Paula: Aléjate, no me toques, escoria.
Sujeto 1: Tranquila, no te voy a hacer nada que no quieras… o al menos que no te guste (comenzó a acercar su rostro al de ella).
Paula: ¡Aléjate! (Movió la cabeza y vio al otro sujeto grabando). ¡Basta! (la cámara se movió como por si sola y golpeó al muchacho que la tenía en la cabeza. Luego la cámara voló a la cabeza del que tenía a Paula sujeta, ambos cayeron inconscientes. Después la máquina filmadora se destruyó en el aire). ¡Basta, basta! Al menos sé controlar esto…
La pelinegra esperó a que los dos muchachos despertaran para amenazarlos, al menos así se aseguraría que no correrían el rumor o que la dejarían tranquila, al menos ellos dos.
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Desde pequeña, cada vez que estaba enojada o triste cosas extrañas pasaban a su alrededor, las cosas volaban, se rompían, golpeaban a la gente, la gente caía al suelo por desmayos sin sentido, entre otros.
Ella descubrió que las cosas que ocurrían las provocaba ella, cuando se dio cuenta que las cosas se movían por una especie de humo negro que se extendía desde su cuerpo, desde ese entonces comenzó a controlarlos, junto con sus emociones, se mostraba alegre, pero en realidad era muy fría, muy calculadora, muy apartada de todos; hasta que conoció a un muchacho en su último año que pasó en la Enseñanza Media, era alguien agradable, no la molestaba, de hecho, la protegía, las cosas eran perfectas para ella, al menos en público. Él la maltrataba, la insultaba, pero a ella no le importaba, era la única persona que se había acercado a ella, la única persona con la que podía estar sin temor a ser rechazada. Cierto día ella lo invitó a su departamento, pasarían una noche juntos, estarían en paz, sólo los dos, nadie que los moleste en su felicidad.
Estaban abrazados sobre la cama, cuando de pronto suena el timbre, ninguno de los dos se movió y extrañamente el timbre dejó de sonar.
Sujeto 1: ¿Qué fue eso?
Paula: Seguramente se aburrieron de esperar y se fueron, despreocúpate.
Sujeto 1: Bueno... Tengo calor…
Paula: Espera, te traigo un vaso (se levantó y fue a la cocina) ¿Qué quieres? (le dijo mientras sacaba dos vasos de la estantería).
Sujeto 1: Jugo está bien, gracias (dijo y vio como se le caía un vaso a la muchacha) ¡Cuidado! (Pero no sonó el vaso al caer) ¿No se rompió?
Paula: No, descuida, es un vaso resistente (dijo ella y se agachó a recogerlo).
Sujeto 1: Te ayudo…
Paula: No, quédate allá, puedo sola.
Sujeto 1: Déjame, te ayudo (se levantó y llegó a la cocina, se sirvieron los refrescos y comieron un poco de galletas, volvieron a la cama con dos vasos de jugo. El vaso de él se resbaló y cayó al piso). ¿Qué es eso? ¿Por qué no llegó al piso? Y ese humo negro viene de…
Paula: Amor, tengo que contarte algo…
Sujeto 1: ¡Fenómeno! ¡Aléjate de mí! ¡Los demás tenían razón! ¡No debí haber apostado nada!
Paula: No me dejarás, no le dirás a nadie (el humo se intensificó hasta ser casi como una sombra).
Sujeto 1: Maldita… cómo no me di cuenta antes que eres una mutante… ¡No!… ¡Auxilio! (Gritaba el apuesto joven de cabellos castaños, tez pálida, ojos de un profundo café y de facciones bien definidas, muy similar a Johnny Depp).

Paula: Soportar las burlas en el colegio y los maltratos de tu parte ¿crees que he podido tolerar eso este año? Así que acostarte conmigo por una apuesta ¡ja! (el humo se introducía rápidamente por el cuello de su víctima, él gritaba “perdón” pero ella no escuchaba nada, las sábanas estaban llenas de sangre, pero con un espesor especial de color negro; el rostro del joven había pasado a un tono agrio, al igual que su cuello y sus manos. El timbre sonaba en el departamento. Ella no esperaba visitas, se baja de la cama y camina con culpa hacia la puerta, llevaba un vestido negro con tirantes y el rostro sombrío por el homicidio que acababa de cometer). ¿Quién eres? (Intentó poner una sonrisa falsa en su rostro, demostraba cierto nerviosismo, pero sujetaba la manilla de la puerta para poder estar un poco más firme).
Incógnito: Hola, soy Nicolás. Tú debes ser Paula Parada ¿me equivoco?
Paula: En efecto, soy yo ¿qué ocurre? (Su voz entonces denotaba cierto nerviosismo).
Nicolás: Tiene que venir conmigo… sí o sí.
Paula: ¿Me quiere decir que me obligará? (Ahora con aires de cólera).
Nicolás: No lo digo, lo hago (el sujeto desconocido saca un aparato de su bolsillo y antes de que Paula pudiera reaccionar lo utiliza y se la lleva, inconsciente).

domingo, 17 de febrero de 2008

Capitulo Especial: "Le pourquoi de Melissa et Alfredo"

Melissa Dinamarca es una estudiante de Psicología, cursa el tercer año con 23 años. No es mala alumna, pero tampoco resalta asombrosamente. Vive sola en un departamento cercano a la Universidad, pues viene de otro lugar a estudiar en Concepción. Ella hace aproximadamente un año conoció a un muchacho llamado Alfredo Bonometti de 25 años, él actualmente cursa 4° año de la misma carrera, lo conoció buscando un libro en biblioteca.
Alfredo: ¡Hola!
Melissa algo desconcertada: ¿Ah? Hola…
Alfredo tratando de llamar la atención: Te he visto varias veces ¿qué libro buscas ahora? El año pasado me aburrieron con ellos ¡jeje!
Melissa lo miró girando un poco la cabeza: O sea ¿vas en 4° de psicología?
Alfredo: Exacto, dime el libro y te ayudo a buscarlo (le sonríe).
Melissa: No lo recuerdo, era un nombre de un psicoanalista raro…
Alfredo: A ver, si mal no recuerdo… (Revisa en el estante). Este no… este tampoco… ¿Este?
Melissa tomando el libro y lo lee: Mmm… ¡Sí! Muchas gracias (camina por entre los estantes).
Alfredo la sigue: ¿Te molestaría almorzar conmigo?
Melissa: Bueno, vamos.

Entonces caminaron a los comedores, era una hora considerada para comer, aunque ella tuviese pensado usar ese tiempo para estudiar, no perdería mucho conversando con él.
Ocurrió todo lo contrario, resultó que tenían muchas cosas en común. Se llevaron bien, muy bien y a los pocos meses empezaron a salir, tenían una afinidad especial, de cierto modo.
Así progresó su relación, pasó un año y unos cuantos meses. Las cosas no iban mal, pero nada es perfecto. Ambos guardaban un secreto.
De pronto iban caminando por la calle y Alfredo iba a encender un cigarro, acostumbraba fumarse uno poco rato después de terminadas las clases en la Universidad. Melissa lo miró de reojo y se percató de algo muy extraño.
Melissa: ¿No usas encendedor?
Alfredo: ¿Recién te das cuenta? Desde que me di cuenta de… "esto" que no uso ni encendedor ni fósforos para nada.
Melissa: ¿Podías hacer eso y no me lo dijiste?
Alfredo: No lo creí necesario…
Melissa: ¡Qué no lo creíste necesario! ¡¿Acaso no confías en mí?!
Alfredo: Amor, si confío en ti, pero algo así no tiene mucha relevancia… supongo.
Melissa: Supones, supones, ese es tu problema, siempre supones ¿pero sabes? No siempre estás en lo cierto…
Alfredo: Lo siento, debí haberlo dicho…
Melissa: ¡Sí, debiste haberlo dicho! ¿Algo más que me quieras decir?
Alfredo: No… y por favor, cálmate nos están mirando…
Melissa: ¿Qué? ¿Tienes miedo que la gente nos mire? ¿Puede verte alguien acaso?
Alfredo: Amor, no, pero cálmate…
Melissa: ¡Me voy! No soporto, en este año hay muchas veces que tus suposiciones están mal, pero no te había dicho nada…
Alfredo: ¡Claro! ¡¿Ahora la culpa es toda mía?!
Melissa: ¡Tú fuiste quien me habló en la biblioteca! ¡Yo te tomé cariño rápido, pero siempre habían cosas que dejé pasar!
Alfredo: ¡Las pudiste haber dicho en su momento!
Melissa: ¡Pero no lo hice, porque esperaba que te dieras cuenta sólo! (Comenzaron a salir chispas desde las manos de ella).
Alfredo: ¡¿Con qué derecho me reclamas, tú también eres… eres anormal?! (Una especie de llama manó de los puños de él).
Melissa: ¡No lo hice porque tenía miedo! ¡Al menos no lo pensé egoístamente con un ‘no lo creí necesario’! (extendió su mano y le arrojó un rayo).
Alfredo: ¡¿Miedo?! ¡¿Miedo de qué?! ¡Ridícula! (Lanzó una llamarada contra la muchacha).
Y así, entre gritos fueron creciendo los ataques, detenidos en la Plaza de Armas, ambos perdieron totalmente la conciencia del lugar donde estaban y entre rayos y llamas quemaron los árboles, dañaron los edificios cercanos y decapitaron la estatua de la pileta. Hasta que llegaron unos sujetos a combatir contra ellos y lograron estabilizarlos.

Cuando esas personas les explicaron a lo que se dedicaban aceptaron individualmente el quedarse, no deseaban hablarse.
Pasados unos días en la Academia las cosas se arreglaron, se dieron cuenta que viéndose todos los días tendrían que llevarse bien y que de verdad el guardar el secreto de sus habilidades no era lo mejor, pero ambos sintieron miedo, aunque Alfredo no quiso demostrarlo. Se sinceraron, todo se arregló.
Ella le contó que descubrió sus poderes, a sus 14 años, un día que perdió la paciencia con un radio que no funcionaba bien, entonces le arrojó un rayo sin querer. Sus padres le contaron que ella siempre hacía esas cosas, pero que al parecer no las recordaba o no se daba cuenta. Nadie había podido decirle cómo fue que desarrolló eso, nadie hasta que llegó a la Academia.
Por su parte, él los descubrió en un campamento de verano, cuando tenía casi 16 años, era una noche muy fría y no tenía cómo encender fuego, todos los demás estaban durmiendo en las carpas, él se había quedado para pensar en una discusión que tuvo con su madre antes de salir de campamento. Ya no soportaba el frío, pero no quería entrar a esa estúpida carpa, había también discutido con los que estaban ahí, estaba a punto de caer con hipotermia cuando una llamarada emergió en los troncos; asombrado e imaginando que había sido él, extendió sus manos hacia las flamas y éstas subieron de intensidad. Apenas llegó a la casa solucionó los problemas con su madre y le contó lo sucedido, pues confiaba mucho en ella y ella le aclaró que era una capacidad que todos los de su familia tenían, cosa que le confirmaron en la Academia.
“Sus habilidades son producidas por cambios anímicos, aunque pueden controlarlas. Son alteraciones genéticas de dudosa procedencia, ya sea hereditaria o desarrollada por algún suceso extraño en su vida o por algo que haya hecho su madre cuando aún los gestaba”.

lunes, 11 de febrero de 2008

Capitulo Especial: "La Vie De Invisio" (José Casanueva)

Él siempre fue un chico alegre, dentro de su familia tenía buenas relaciones casi todo el tiempo y con casi todos, dentro de los establecimientos donde realizó sus estudios no podía quejarse, pese a que no se llevaba tan bien con la gente de esos lugares y siempre tuvo amigos a su alrededor, o al menos eso creía. Pero cuando terminó sus estudios de enseñanza media comenzaron los problemas…
José gritando: ¡Pero yo quiero estudiar Pedagogía en Inglés!
Padre con la misma intensidad: ¡No! ¡Yo te quiero ejerciendo la psicología!
José manteniendo la seguridad: ¡Padre! ¡Entiende! ¡Si no me gusta la carrera no estaré a gusto!
Padre tomándose las cosas con más calma: Sabes tan bien como yo que en la actualidad la Psicología da muchas ganancias…
José responde muy irritado: ¡SI NO ME QUIERES ESCUCHAR ME LARGO!
Entonces él se va de la habitación dejando a su madre, que había presenciado toda la discusión, devastada y a su padre atónito. Volvió a la casa al día siguiente, pero sólo fue para buscar sus pertenencias, había decidido ir a vivir con un amigo por un tiempo, lo ayudaría con los gastos del departamento mediante algún tipo de trabajo, cuando encontrara. Pero luego de dos semanas sin encontrar qué hacer hubo más problemas…
José: Te prometo que encontraré trabajo pronto (le dijo en un tono suplicante).
Amigo con su voz demostrando severidad: Lo lamento, no puedo seguir manteniéndote por más tiempo, me estás dejando en la banca rota, mañana mismo te vas de mi casa (se va).
Esa noche ordenó sus cosas y a la mañana siguiente se fue. Vagó por las calles todo el día hasta que llegó a un hotel de mala muerte y pasó ahí la noche, no se molestó en cambiarse de ropa ni nada.
Ya no le quedaba dinero y, a la mañana siguiente, le venían a cobrar la estancia de la noche, así escuchaba en los otros cuartos. Dentro de su desesperación tomó sus cosas y se dispuso a salir de la habitación apresuradamente, pero justo en aquel momento se abrió la puerta. José quedó anonadado, pues la mujer que venía a cobrarle no le vio, sólo abrió la puerta, hizo un gesto de extrañeza y se fue a la habitación contigua. José dejó caer sus maletas y fue rápidamente a verse al espejo roto que había en el lugar, se dio cuenta que no estaba. Poco a poco comenzó a aparecer. Descubrió que podía hacerse invisible con sólo desearlo y al parecer, también las cosas que tocaba al momento de desaparecer.
Así comenzó todo, se hacía invisible para robar cantidades de dinero no muy grandes de diversos locales para pagar el arriendo de algún cuarto en hoteles de baja categoría. Pero el mayor problema fue cuando le tomó el gusto al asunto. Cada vez comenzó a robar mayores cantidades de dinero, a sacar sigilosamente joyas de los cuellos de las señoras desprevenidas, entrar a las tiendas para obtener alimentos, etcétera, etcétera…
Así obtenía ya cantidades de dinero considerables. Al cabo de unos pocos meses se consiguió el dinero para pagar un departamento. Empeñaba los objetos que hurtaba de la gente en sitios clandestinos para obtener ganancias. Gargantillas de oro, celulares, relojes muy caros, pulseras, productos de las vitrinas o estantes, todo lo que pudiera ser robado y reducido él lo tomaba con la ayuda de su habilidad.
También consiguió el dinero para costearse la carrera que él quería, estaba decidido a terminarla e ir al cabo de los años donde su padre para demostrarle cuan capaz es su hijo.
Así pasó un año completo, entre robos para conseguir dinero y estudios. La policía no lograba entender qué ocurría, pues al ser invisible no lo detectaban las cámaras y como utilizaba guantes al momento de hurtar no dejaba rastros de huellas dactilares, sus pasos eran dados con gran precisión, la cual aprendió en un período muy breve.
Entre calles, tiendas y hoteles estaba mientras ciertas personas lo espiaban, tenían maquinaria especial para ello. La policía estaba completamente enterada de esto y ayudaba en la búsqueda del sujeto. Dio una importante información a estos tipos que lo seguían, les dieron a conocer que un exitoso empresario se alojaría por unos días en un privilegiado hotel mientras realizaba su viaje de negocios por la zona, lo que lo convertía en una interesante presa.
Estaba, entonces, él acechando en los alrededores del hotel cuando alguien le habla por la espalda.
Sujeto: ¿Señor Casanueva?
José: ¿Có-… cómo me vio? (preguntó bastante asombrado).
Sujeto: Eso no viene al caso, venga conmigo (y usando un extraño aparato que extrajo de su bolsillo lo deja inconsciente al sólo momento de tocarlo).
Así fue como en un solo año la vida de una persona puede cambiar de la alegría a la miseria y luego a la confusión casi total…

miércoles, 30 de enero de 2008

Gerald Álvarez


Nombre: Gerald Franco Álvarez Vallejos.
Apodo: Lyan.
Edad: 19 años.
Fecha nacimiento: 1 de agosto en 1989.
Habilidades: Control de las energías (extracción, liberación y transformación). También puede materializar cosas a base de energía.
Ocupación: Egresado de 4º, entrará a estudiar enfermería.
Comida favorita: Tallarines con crema de champiñones.
Amigos: Débora, Víctor, José, Rodrigo, Alfredo, Sue y Grace.
Color favorito: Rojo y verde.
Canción: Can somebody help me - Full Blown Rose (Tru Calling Soundtrack).
Razón por la que aceptó unirse: Él tenía problemas en su casa y se sentía incómodo en aquel lugar, se unió ya que su estadía en la Academia pensaba sería mucho más agradable.

*Dibujo por: Angeline (Ximena Ramos)

jueves, 24 de enero de 2008

Capitulo Especial: "Les corridors défendus" (Parte 2)

Se escucharon los pasos alejarse escaleras abajo y los tres salieron de la sala, Aira les deseó buena suerte. Se adentraron por el pasillo C y llegaron a una puerta que decía “Entrada restringida”. Sin hacer caso a la advertencia la abrieron y se encontraron con un pasillo dividido en dos, a la derecha una puerta que decía “Sala de Experimentos”, la cuál estaba cerrada con llave, y a la izquierda estaba otra puerta. Entraron a esta última pues no tenia seguridad alguna, era la sala de “Creación de armas”. Estaban dentro.
José: ¿Qué son todas estas cosas?
Rodrigo en un tono algo burlesco: Pues, parecen ser armas.
Ximena siguiendo el juego: ¡¿En serio?! No me había percatado ¡Jaja!
José algo molesto: ¡Qué simpáticos son!
Los tres ríen y examinan un poco el lugar, recordando de no tocar para no dejar marcas ni tentarse a moverlas.
Rodrigo: ¿Vamos a las otras habitaciones?
José y Ximena: Vamos.
Se disponen a salir de la “Sala de Armas” y están a punto de abrir la puerta cuando José los hace detenerse y se hace invisible. Sale a ver si hay gente o no. Vuelve y anuncia que está el perímetro libre. Se dirigen ahora al tercer piso. Suben descuidadamente, pues Rodrigo no había sentido presencias en ese nivel.
Rodrigo: ¿Se acuerdan de qué hay en cada pasillo?
Ximena: En el H están las salas de entrenamientos y en el G los cuartos de las armas. Vamos por el F.
Se dirigieron al pasadizo señalado y llegaron a una puerta protegida con doble cerradura.
José: ¿Cómo entraremos aquí?
Ximena: Intentaré hacer algo (se agachó y con una vibración de sus cuerdas vocales generó una onda sonora que descorrió los pestillos). ¡Entremos! (Sonríe).
Al estar dentro la Señorita Ramos hizo la misma maniobra, pero ahora para cerrar. Era una amplia sala que en una parte estaba colapsada de estantes muy bien ordenados, con muchas carpetas. Avanzaron un poco y vieron repisas con discos, al tiempo escucharon voces, por lo que comenzaron a avanzar más lentamente. Sacaron poca parte de sus cuerpos para observar qué había. Lograron ver varios computadores con funcionarios, una especie de radar, uno de esos hologramas que vieron en la sala de vigilancia, entre otras cosas. Se fueron de ahí antes que alguien los pudiera ver.
Estaban a punto de salir cuando Rodrigo siente una presencia a punto de entrar por la puerta enfrente de ellos.
Rodrigo susurrando: ¡José, viene alguien!
José del mismo modo: ¡Vengan!
Se acercaron a Casanueva y al momento justo antes de abrir la puerta se hicieron invisibles gracias a su habilidad. Se apartaron para dejar pasar a la persona y salieron al corredor antes que se cerrara la puerta.
Corrieron por los pasillos y se disponían a bajar.
Ximena: Nos falta un piso.
Rodrigo: ¿Quieres decir la zona Q?
Ximena con un gran brillo de interés en los ojos: ¡Exacto!
José: Observaré a través del piso, techo o como se llame para ver si hay algo entretenido o sólo perderemos el tiempo (sus ojos se tornaron del color brillante amarillo característico cuando usaba su habilidad)… Esto está difícil…
Rodrigo: Si no ves es porque puede que esté protegida contra poderes de ese tipo…
Ximena: Eso quiere decir que guardan algo muy importante ahí…
Subieron la escalera. El cuarto piso era muy oscuro pues no tenía ventanas y muy poca iluminación artificial. Avanzaron por el pasillo hasta toparse con la puerta metálica.
Rodrigo: José, intenta ver aquí (le brillaron los ojos al aludido)… Déjame adivinar, no ves. Ximena, haz lo tuyo.
Ella se agachó y trató de abrir los cerrojos, pero no pudo. Entonces Rodrigo se disponía utilizar su telequinesis cuando sintió que Aira lo llamaba.
Corrieron por los pasillos y la escala hasta llegar a la habitación B.
Rodrigo: ¿Qué pasa?
Aira: Llegaron de la batalla…
Ximena: Creo que deberíamos calmarnos.
José: Iré al baño a refrescarme un poco.
Ximena y Rodrigo: Buena idea…
Aira: Saldré abajo a ver cómo les fue a los demás.
Salen todos de la habitación. Ximena en el baño de las damas. Pero José y Rodrigo tuvieron un leve problemilla.
José: ¿Entramos juntos?
Rodrigo: No veo el problema, es sólo refrescarnos con agua.
José: Está bien (entran).
Vuelven los tres a la habitación y Ximena les pregunta por qué se demoraron tanto a los chicos, pero ellos se limitan a decir “Éramos dos”. Grace llega a buscar a Rodrigo, Sue lo necesitaba para algo sobre unas preguntas…

miércoles, 23 de enero de 2008

Capitulo Especial: "Les corridors défendus" (Parte 1)

El edificio estaba separado en 4 pisos y tenía una forma semi-piramidal. En la planta baja estaba un recibidor bastante amplio y dos pasillos, el A y el B. El primer corredor estaba en dirección al comedor, con espacio para todos los funcionarios, y a la cocina. El segundo estaba dirigido hacia la enfermería y a una sala de químicos a la que principalmente entraban Luis y Sue. Además, en este piso estaban las salas comunes o de estar y la biblioteca, que era una sala no muy grande con estanterías repletas de libros y algunas mesas. Este es el piso más grande.
En el segundo piso. A la derecha de la escalera se podía ir a las habitaciones por medio del pasillo E, destinadas a las personas que residen casi-permanentemente en la Academia y también hacia los baños; hacia la izquierda se encontraba el C, restringido para el acceso de quienes no fueran "personal autorizado"; en frente de la escalera se podía avanzar hacia el pasadizo D, donde estaba la sala de conferencias y la de vigilancia. La escalera se encontraba arrimada a una pared, se podía por ella misma llegar al resto de los pisos.
Tercer piso. Saliendo de la escalera y caminando en línea recta hacia delante se entra al pasillo F, el cuál estaba prohibido para los muchachos y para los funcionarios menores; al dirigirse a la izquierda se llegaba a las salas de entrenamientos por medio del corredor H; y hacia la derecha, a través de la galería G, a la sala dónde se almacenan las armas.
Finalmente, en el cuarto piso que era más pequeño que los otros sólo se podía pasar por el pequeño pasaje Q hacia una extraña sala de puerta metálica, a la que casi nadie sabía qué se encontraba ahí, al fondo; y a la derecha, antes del pasillo, está una puerta que lleva a la sala de control de la Academia.
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Estaban Ximena, José, Rodrigo y Aira en el comedor viendo televisión, pues se habían quedado mientras el resto de los chicos fueron enviados a luchar contra Ítamis, la mujer que estaba provocando destrozos en la Universidad de Concepción.
Ximena: ¿Qué podemos hacer?
José: No se me ocurre… es injusto que nos hayan dejado aquí por recibir unos simples rayitos.
Aira: ¿Simples rayitos? ¡Esa descarga pudo haberlos matado!
Rodrigo: No fue tanto, nos ves aquí como si nada.
José: Bueno, no nos desviemos… ¿Qué podríamos hacer? (Mira al resto).
Ximena les hace un gesto para que se acerquen y les dice en voz baja: ¿Vamos a ver los corredores prohibidos?
José asintió muy entusiasmado: ¡Ya! ¡De inmediato! (Se puso de pie).
Aira: No me parece muy buena idea…
Ximena: No creo que nos pase algo o que nos descubran, tenemos nuestros poderes para vigilar (mira cómplicemente a Rodrigo y José).
José: ¡Vamos! Estamos seguros.
Aira: Está bien, los acompañaré, pero vamos con cuidado.
Los tres miraron a Rodrigo significantemente.
Rodrigo: Está bien, también iré.
Ximena: ¡En marcha! (Salen de la sala)
José: ¿A dónde vamos primero?
Aira: Vamos por orden… En el segundo piso, si mal no recuerdo, el pasillo C está prohibido.
Ximena: ¡Vamos allá!
Caminan hacia la escalera, pero antes de entrar al pasillo Rodrigo le habló al resto.
Rodrigo: Siento que hay alguien en este pasillo, vamos por E y esperemos a que se desocupe.
Se dirigieron hacia allá y entraron en la habitación B. Rodrigo se quedó de pie junto a la puerta para poder percibir bien las ondas mentales. Ximena se dirige al velador de su cama y saca una botella de agua junto a una barra de chocolate; este último lo reparte entre José y Rodrigo.
Ximena: Creo que necesitarán más energía que nosotros. También tomen de esto, es un brebaje especial que me enseñó mi madre para recuperar los ánimos (les pasa la botella y ambos beben con un gesto de desagrado). ¡Jeje! Se me olvidó decirles que no tiene muy buen sabor…
Rodrigo: Lo leí, pero ahora me concentraré en los de afuera.
José: Me hubieran avisado (mira con desgano). En la próxima ocasión revisaré lo que me ofrezcan.
Aira: ¿Es necesario que vaya?
Ximena: ¿Acaso no quieres ir? ¿No te llama la atención lo que se esconde en esta Academia?
Aira: ¿La verdad? No
José: ¡Qué aburrida eres! Si no quieres entonces no vayas.
Aira: Me recostaré y veré qué hago.
Rodrigo: En esa cajonera hay algunas revistas, si quieres ve alguna que te llame la atención. Cualquier cosa trata de contactarme pensando en mí.
Aira: De acuerdo…
Ximena: Rodrigo ¿ya se fueron?
Rodrigo: ¡OH! No he revisado ¡jeje! (Se concentra apegándose a la puerta de la habitación). Todavía están, pero sé que se irán pronto… De hecho, se están yendo.
Se escucharon los pasos alejarse escaleras abajo y los tres salieron de la sala, Aira les deseó buena suerte. Se adentraron por el pasillo C y llegaron a una puerta que decía “Entrada restringida”. Sin hacer caso a la advertencia la abrieron y se encontraron con un pasillo dividido en dos, a la derecha una puerta que decía “Sala de Experimentos”, la cuál estaba cerrada con llave, y a la izquierda estaba otra puerta. Entraron a esta última pues no tenia seguridad alguna, era la sala de “Creación de armas”. Estaban dentro.

sábado, 19 de enero de 2008

Rodrigo Concha


Nombre: Rodrigo Orlando Concha Moreno.
Apodo: Louis.
Edad: 20 años.
Fecha de Nacimiento: 13 de marzo en 1987.
Habilidades: Psico-videncia (telequinesis, telepatía, preomonición y ver el pasado o precognivisión).
Ocupación: Estuadiante de Traducción Inglés-Francés-Español.
Comida Favorita: "..."
Amigos: Grace, José, Ximena, Gerald.
Color Favorito: Azul con reflejos cafés.
Canción: Ne me quitte pas - Jacques Brel.
Razón por la que aceptó unirse: Dice que le parece interesante... dice.

*Dibujo por: Angeline (Ximena Ramos)

jueves, 17 de enero de 2008

Paula Parada


Nombre: Paula Andrea Parada Carrasco.
Apodo: Nigera.
Edad: 18 años.
Fecha de Nacimiento: 9 de octubre en 1989.
Habilidades: Poderes psíquicos materializados como nubes o sombras de color negro.
Ocupación: Terminando el 4° año de enseñanza media.
Comida Favorita: Comida china.
Amigos: "..."
Color Favorito: Negro, aunque no sea color.
Canción: What have you done - Within Temptation
Razón por la que aceptó unirse: Necesitaba un lugar dónde esconderse de la justicia, pues había cometido un asesinato en su departamento. Más temprano que tarde hubiese sido descubierta...

* Dibujo por: Angeline (Ximena Ramos)

Lista de Salas

Los pasillos con una 'X' antes son los que están prohibidos.

Primer Piso ::

» Recibidor.
» Salas de comunes o de estar.
» Biblioteca.
» Pasillo A = Comedores y cocina.
» Pasillo B = Enfermería y sala de químicos.
Segundo Piso ::
X» Pasillo C (izq.) = Creación de armas y Experimentos.
» Pasillo D (fre.) = Sala de conferencias y la de Vigilancia.
» Pasillo E (der.) = Habitaciones y baños.
Tercer Piso ::
X» Pasillo F (fre.) = Sala de investigaciones.
» Pasillo G (izq.) = Almacenamiento de armas.
» Pasillo H (der.) = Salas de entrenamientos (De la A a la F).
Cuarto Piso ::

X» Pasillo Q = Desarrollo de Biotecnología.